Rojo, o los vampiros de Carlos Sisí

Rojo, de Carlos Sisí

Ayer terminé de leer Rojo, de Carlos Sisí.

A mí modo de ver tiene dos puntos negativos muy importantes: uno, que aún faltan unos meses hasta octubre para poder leer Fundación, el segundo volumen de la trilogía.

Y dos, que una vez comiences a leer la primera página, dejarás de tener vida hasta que leas la última palabra de la última página.

Literalmente.

Carlos Sisí, un tío muy enredado

Carlos Sisí, además de un escritor con mayúsculas, es un gran maestro en el uso de las redes sociales. Como no podía ser de otro modo, fue allí donde leí las primeras líneas de Rojo.

Nada rimbombante, tipo superproducción de Hollywood, ni autobombo en plan “Estoy-escribiendo-una historia-que-os-vais-a-cagar-y-que-redefinirá-los-cimientos-del-mito-de-los-vampiros-tal-y-como-los-conocéis“.

Más bien algo del tipo “Hey, mirad que historia de vampiros estoy escribiendo“.

Algo más humilde, honesto y claro, como la imagen que él mismo transmite.

Carlos Sisí, autor de Rojo con Juan José Díaz Téllez, autor de Inmóviles: Día.
Carlos Sisí y yo mismo, dos autores sin un pelo de tontos

Debo decirte que no soy (era) especial seguidor de la literatura de vampiros, así que lo primero que pensé al leerlo en Facebook fue: “Buah… ¿Vampiros?¿Es que no había otro tema menos trillado?”.

Dicho pensamiento se diluyó cual superhéroe tras el chasquido de Thanos en cuanto acabé la lectura del fragmento que Carlos Sisí compartió, no recuerdo si en esa misma entrada o en una posterior.

Aquella microhistoria hablaba acerca de la relación entre un humano y un vampiro que llevaba muuuuucho tiempo atrapado en el margen del río, entre la vegetación, con las piernas probablemente destrozadas o inmovilizadas bajo un árbol caído y debilitado por la falta de alimentación y la imposibilidad de moverse.

En ella ya se adivinaba lo que Carlos Sisí nos iba a ofrecer unas semanas después en Rojo.

El argumento de Rojo

Porque en Rojo, Carlos Sisí entreteje una historia de vampiros de los de verdad, sin olvidar las raíces que todos conocemos, pero aportando al mito su punto de vista personal, actualizándolo y moldeándolo a su antojo, poniéndolo al servicio de una historia que es trepidante, absorbente y, aunque pueda parecer extraño teniendo en cuenta que trata sobre vampiros, creíble.

Portada de Rojo, de Carlos Sisí
La portada invita a abrir el libro. ¿Que no? ¿A que te muerdo?

Al igual que hizo en Caminantes, la inagotable imaginación de Carlos Sisí engendra una amenaza que, poco a poco pero de manera inexorable, va arrasando fronteras hasta alcanzar el nivel de pandemia, global, mortífera y, en principio, imparable.

¿Cómo son los vampiros en Rojo?

Cuando hablamos del cine o la literatura de zombis, estamos acostumbrados a que estos se muevan con la discreción de un elefante en una cacharrería: en cuanto aparecen los zombis el mundo se pone patas arriba, el ejército se echa a la calle y las ciudades se llenan de hordas de muertos.

El mito de los vampiros se nutre de otras fuentes: tenemos al vampiro por un ser solitario, que sale de noche y se oculta de día, y que mata por alimentarse, por cubrir sus necesidades básicas.

Olvídate de eso en Rojo. Carlos Sisí saca a los vampiros de sus cuevas. Son la cúspide de la pirámide alimenticia y salen a reclamar lo que es suyo. Pero no de cualquier manera, no. Con un plan previsto y perfectamente organizados, porque no todos los vampiros son iguales, la pureza vampírica se diluye con los sucesivos mordiscos, de manera que hay vampiros con un poder casi inenarrable mientras que las generaciones menos puras son casi incapaces de moverse siquiera.

Ya fuera del escalafón, por la parte de arriba, están Elexia y Alkibiades. No te cuento nada de ellos para no enturbiar el magnífico trabajo de Carlos. Mejor que lo leas con tus propios ojos.

Y en medio de todo ese maremágnum de colmillos, violencia y sangre, tratan de sobrevivir los humanos.

Los protagonistas humanos

¿Qué ocurre mientras tanto con los humanos?

Algunos son reclutados como guardianes o almacenados como alimento para el futuro (vacas). Otros, los menos, luchan por evitar la total aniquilación de la raza humana.

Aquí, una vez más, Carlos Sisí nos muestra su mejor versión.

Porque los protagonistas humanos tienen entidad propia, se te meten dentro, se convierten en tu familia, y vas pasando páginas con miedo a que les pueda ocurrir algo grave.

Sonia, la agente de policía. Jared, el malhablado y violento que a buen seguro se convertirá en uno de tus personajes favoritos. Y Jimmy, un niño de trece años cuyo conocimiento acerca de los vampiros y su frikismo hacia Star Wars y Lego me hace pensar que tiene mucho de miniCarlos.

A lo largo de la historia se les unirán otros, que llegarán a convertirse en tan protagonistas como ellos mismos, y aunque en este volumen no me han llegado a calar como los tres primeros, seguro que en el siguiente lo harán con creces.

Lo que les deparará el destino, la importancia que puedan llegar a tener en la historia, lo dirán los próximos volúmenes.

Los tres volumenes de la trilogía vampírica de Carlos Sisí, de la mano de Minotauro
Ve tachando con un boli rojo en el calendario los días que faltan…

Ramificaciones

Pero además de la absorbente trama central, Carlos Sisí va adornando el tronco de la historia principal con múltiples ramitas, capítulos que por sí mismos tendrían la suficiente entidad como para convertirse en relatos breves independientes de Rojo. Como muestra, el relato del vampiro atrapado en el río del que te hablé hace unas líneas.

Algunos ahondan en el impacto de la invasión vampírica en gente normal, gente que no llega a sobrevivir lo suficiente como para convertirse en personajes principales, pero cuya historia merece ser contada.

Otros versan acerca de la brutalidad del ser humano en situaciones excepcionales, retazos que te harán preguntarte si realmente no nos merecemos lo que nos está pasando.

Mi opinión personal e intransferible

En pocas palabras, si eres de los que perdiste la fe en el mito después de Crepúsculo, sin duda volverás a ser creyente tras verlo a través del filtro Rojo.

Y a nivel personal, de escritor en ciernes a escritor de reconocido prestigio, tengo que decirte que muy mal, Carlos .

Has puesto el listón tan alto, que los que escribimos terror vamos a tener que poner toda la carne en el asador si te queremos seguir el ritmo :D.

No se me ocurre mejor cierre para este post que decirte que, quizá por primera vez, echo de falta en la portada ese título honorífico que tan alegremente reparten las editoriales, el de “Stephen King español“.

Creo que esta vez sería totalmente merecido.

Enhorabuena, Carlos. Me quedo contando los días para la publicación del segundo volumen.

Y a ti, sólo puedo decirte una cosa… ¿a qué estás esperando para leer Rojo?

Que corra la sangre.

¡Ah, una cosa antes de que te vayas!

En la próxima entrada del blog les tocará de nuevo el turno a los Monigotes de tito King. ¿Qué libro del Rey te gustaría ver “monigotizado”?

¡Déjamelo en los comentarios!

1 comentario en “Rojo, o los vampiros de Carlos Sisí”

  1. Yo le pondria otro punto negativo: el pais de ambientacion. Me “enamore” de Carlos en Caminantes (y de Manuel Loureiro en apocalipsis Z) y sinceramente me hubiese encantado esa opcion. Pero no puedo estar mas de acuerdo contigo en todo lo demas…

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