Terror en la vida real

El terror en la vida real te afecta en mayor  o menor medida cuanto más cercana sea la persona que te cuenta la historia con la que pretende (o no) asustarte.

No es lo mismo el caso “verídico” que oyes en un programa de radio o televisión, a lo que te cuenta tu mejor amigo o alguien de tu familia.

Puede que a ti nunca te haya ocurrido nada que puedas catalogar como paranormal, pero seguro que conoces a alguien que, o bien en carne propia, o bien en la de alguien muy cercano, ha sentido la caricia de algo venido desde el otro lado.

Fantasmas, demonios, seres que se sientan junto a tu cama cuando duermes… todos ellos conforman un universo que ha dado para muchas historias de terror contadas alrededor de una hoguera o a la luz de una vela.

Pero… ¿existen en las historias de terror en la vida real, o no son más que alimento para esa ficción, para esa literatura de terror que tanto nos gusta?

El terror en la vida real: un caso documentado

La idea para crear este post me asaltó cuando estaba leyendo el periódico, hace unos días. La terrorífica noticia no tenía desperdicio, la mirase por donde la mirase.

Los hechos habían acontecido en la ciudad inglesa de Ipswich, cuyos habitantes llevaban la friolera de un año aterrorizados por el espectro de un niño que se aparecía en la noche, cantando los acordes de una tétrica nana.

El terror en la vida real. Fotografía de la entrada al pueblo de Ipswich.
Terror en la vida real. Te doy la bienvenida a Ipswich

Los vecinos empezaron a sentir los escalofríos en septiembre de 2017, cuando en una típica noche de película de terror, con la no menos típica niebla invadiendo las calles, comenzó a sonar It’s raining, it’s pouring (dos formas distintas de decir está lloviendo)

It’s raining, it’s pouring

La canción es una típica musiquilla infantil de las que pueden sonar como lo más inocente del mundo, o pueden ponerte los pelos de punta si se oyen en el contexto adecuado…

¿Quieres un ejemplo? ¿Te suena la canción que cantan las inocentes voces de las niñas en las pelis de Freddy Krueger? Pues eso mismo.

Otra bonita canción infantil

Desde aquella primera vez, en septiembre del 2017, rara era la noche en la que el niño no salía a cantar la lúgubre canción por las calles del pueblo.

La primera vez que se tiene constancia de la nana grabada en audio es del año 1939, de mano del antropólogo y folklorista neoyorquino Herbert Halpert

Siempre acompañado por los siniestros acordes, el niño repetía las mismas estrofas:

«Está lloviendo. Está lloviendo.

El viejo está roncando.

Se fue a la cama y se golpeó en la cabeza, y ya no pudo levantarse por la mañana»

Herbert Halpert
Para dormir, no sé yo si servirá esta nana…

La cancioncita se las trae, para ser infantil tiene unas connotaciones un tanto macabras, y si la encima la disfrazamos con el ambiente adecuado, oyéndola retumbar entre las paredes de las casas de la ciudad entre la niebla, noche tras noche, la leyenda urbana está servida.

Leyenda urbana

Evidentemente, cuando quedó claro que la nana siniestra había venido para quedarse, los habitantes de Ipswich acudieron a las autoridades en busca de ayuda.

En primera instancia, como es lógico, no los tomaron muy en serio. De hecho, fue necesario que la policía se personara en la zona para constatar de primera mano que los vecinos se encontraban aterrorizados.

A partir de la denuncia, cada vez que el niño comenzaba a entonar la terrorífica nana varias patrullas de la policía acudían al lugar en busca del origen de la música.

Pero ya fuese por la situación de las casas que parecían hacer de caja de resonancia y situaban al niño tras cada esquina, a la niebla que hacía complicado el situarse, o al propio temor que el niño inspiraba en los que lo buscaban, noche tras noche escapaba indemne, y las notas acababan tan repentinamente como habían empezado.

El fin del misterio

Así, las noches fueron pasando sin que nada pareciera poder calmar al niño que seguía insistiendo en el sufrimiento del anciano sin descanso.

Sin embargo, en el mes de octubre de 2018, más de un año después de que comenzaran las tétricas audiciones nocturnas, una patrulla de la policía descubrió por fin que el sonido parecía provenir de las afueras de la ciudad, de una zona ocupada por los polígonos industriales.

Una vez puestos sobre la pista, cada vez quedaba más claro que el origen del sonido provenía de un viejo almacén.

Cuando la policía consiguió contactar con el dueño, éste les relato que, harto de que su negocio fuera asaltado por los ladrones, y desesperado porque la sirena de la alarma no parecía surtir efecto, se descargó la versión siniestra de la nana.

Desde aquél momento no había vuelto a ser objeto de ningún otro robo.

Pero… ¿por qué la nana sonaba insistentemente, noche tras noche, y tal como empezaba volvía a detenerse antes de que se pudiera localizar su origen?

El culpable, o sería más correcto decir las culpables no eran otras que las arañas, que habían decidido crear sus telas y se paseaban sin ningún temor por delante del sensor de movimiento, haciendo que el niño saliera a pasear por las oscuras calles del pueblo.

Terror en la vida real: las arañas hacían saltar las alarmas en Ipswich
Terror en la vida real: odio las arañas. 

Y a pesar de todo…

Yo, qué quieres que te diga, no termino de estar convencido con esta historia. De hecho, si se tratase de algo que hubiese escrito para uno de mis libros, le daría una o dos vueltas antes de publicarlo.

¿Cómo es que no era posible localizar el origen del sonido?

Una o dos noches, vale, pero… ¿todo un año?

¿Por qué las arañas se paseaban y hacían saltar la alarma sólo una vez en la noche? ¿También las aterrorizaba la nana? 

No sé tú, pero yo, si voy alguna vez a Ipswich y escucho cantar al niño, me escondo debajo de la cama..

Bueno… ¿Qué te parece? ¿Tienes alguna historia de terror en la vida real que hayas sufrido en tus propias carnes? ¿Te apetece compartirla conmigo? ¡Soy todo oídos!

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